¿QUÉ ES EL PROCEDIMIENTO DE APREMIO?

Si tienes una liquidación o autoliquidación pendiente con la Agencia Tributaria, probablemente hayas recibido una providencia de apremio. Esta es la notificación con la que se inicia el procedimiento de apremio y con la que se requiere el pago al deudor. Un procedimiento que tiene como fin cobrar una deuda al no haberse producido el pago durante el periodo voluntario. Se trata de un proceso tributario cuyo órgano ejecutor y de resolución es la Agencia Estatal.

Qué es y en qué consiste el procedimiento de apremio

Cuando una persona no efectúa el pago en periodo voluntario para su liquidación, la Administración inicia el procedimiento de apremio. Con el objetivo de cobrar esta deuda no satisfecha, da comienzo el trámite a través del documento que se conoce como providencia de apremio. Mediante esta notificación, se informa al deudor del importe a liquidar, de los plazos y recargos, en caso de no producirse el pago en tiempo.

La Agencia Tributaria es el órgano ejecutor y resolutivo del proceso y no necesita pasar por los tribunales. De hecho, es la propia Administración la que solicita de oficio el procedimiento. Las normas por las que se regula el procedimiento de apremio están estipuladas en la Ley General Tributaria aprobada en el año 2003. Del mismo modo, en 2005, se aprueba el Reglamento General de Recaudación mediante Real Decreto.

Fases del procedimiento

Como ya hemos comentado, el procedimiento de apremio se inicia con la notificación llamada providencia de apremio. En esta, se concede un plazo de pago para liquidar la deuda y los recargos aplicados. Las fases son:

- Fase de Iniciación: es la fase en la que se inicia el procedimiento con la notificación de la providencia de apremio. En ella se establece un periodo de pago donde, en caso de satisfacerse la deuda más los recargos, no se aplican intereses de demora y el procedimiento se da por finalizado.

- Fase de Tramitación: cuando la deuda no es abonada, la Agencia Tributaria queda facultada para ejecutar las actuaciones de embargo sobre los bienes de la persona deudora. Mediante subasta pública, adjudicación directa o concurso, se realiza la ejecución de los bienes y derechos embargados. De igual forma, costas e intereses de demora serán recaudados durante este periodo ejecutivo.

- Fase de Terminación: el procedimiento finaliza en tres casos. El primero de ellos, en el momento en el que se abona la deuda. El segundo caso puede darse cuando la deuda es declarada total o parcialmente incobrable. Por último, la deuda queda extinguida por acuerdo. Eso sí, cuando una deuda se declara incobrable, el procedimiento puede reanudarse. Esto sucede en el caso de considerar solvente a una persona obligada al pago.

Plazos para pagar el procedimiento de apremio

Existen normativas en las que se recogen los plazos de pago en periodo voluntario de autoliquidación de deudas. Hablamos de las deudas generadas como, por ejemplo, el pago del IRPF y pueden variar en función del tributo del que se trate.

El periodo ejecutivo da comienzo al día siguiente de la fecha en la que expire el periodo voluntario para el pago de un impuesto. Es decir, que desde ese mismo día da comienzo el procedimiento de apremio. O al menos, desde esa fecha la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), puede iniciar la fase ejecutiva con el objetivo de cobrar dicha deuda.

Plazos

Los plazos indicados en la providencia de apremio para atender el pago son bastante inferiores en comparación a los establecidos para el pago voluntario. Y así es como quedan recogidos en la Ley General Tributaria:

- Si la providencia de apremio se recibe entre el día 1 y el 15 del mes, el plazo para abonar lo adeudado es hasta el día 20 de ese mismo mes.
- Cuando la providencia se recibe entre el día 16 y el último día del mes, se podrá pagar hasta el día 5 del siguiente mes.

Recargos

En caso de que la deuda resultase impagada una vez superados los plazos indicados, el incremento sobre el importe de la deuda es del 20%. Además, podrían exigirse los intereses de demora devengados desde la fecha en que se hubiese tenido comienzo el periodo ejecutivo. Si la deuda se abona entre el fin del periodo voluntario y la recepción de la providencia de apremio, el recargo es del 5%. Pasaría a incrementarse en un 10% en caso de pagar la deuda, junto al recargo anterior, en el nuevo plazo de pago concedido.

¿Puedo oponerme a la providencia de apremio?

La respuesta es sí, un deudor puede oponerse a la providencia. Pero lo cierto es que en la Ley Tributaria quedan establecidas las causas claras por las que acogerse a ello. Las causas recogidas en dicha ley, son:

- Lógicamente, si la deuda ya está extinguida.

- También cuando el derecho a exigir el pago ha prescrito.
- La liquidación fue anulada por los motivos que fuere.
- Cuando no puede identificarse al deudor a causa de un error en los datos del mismo o que faltase algún dato que impida su identificación.
- Puede darse el caso de que la liquidación no haya sido notificada durante el periodo voluntario, lo que sería una causa de oposición a la providencia de apremio.
- El procedimiento recaudatorio podría suspenderse si el deudor ha solicitado aplazamiento o ha interpuesto un recurso.

¡Esperamos haber resuelto tus dudas respecto al procedimiento de apremio!

al dia con evo