rehipotecar vivienda

¿EN QUÉ CONSISTE REHIPOTECAR UNA VIVIENDA?

 

Rehipotecar una vivienda es un proceso que se da con cierta frecuencia entre propietarios de inmuebles para, principalmente, obtener liquidez. Una alternativa de financiación si queremos adquirir otra casa, abrir un negocio o realizar una gran reforma. Es una opción en momentos de apuros económicos y en ocasiones se ejecuta para sanear las cuentas. Pero, ojo, a pesar de tener determinadas ventajas, la operación también conlleva unos gastos y ciertos riesgos. Además, aunque cualquier persona titular de una hipoteca puede solicitarlo, existen algunos requisitos concretos que determinarán si se concede o no la rehipoteca. A continuación, te contamos en qué consiste este proceso, para qué sirve y qué necesitas para solicitarlo.

 

Qué es y para qué sirve rehipotecar una vivienda

 

Supongamos que actualmente gozas de estabilidad laboral y económica, pero necesitas liquidez con cierta inmediatez. El motivo puede ser que quieras iniciar un negocio, hacer una reforma importante, comprar una segunda residencia o, incluso, reunificar deuda. Pues bien, para todo ello, la solución podría ser rehipotecar tu vivienda. Un modo de conseguir financiación adicional con el objetivo de cubrir una necesidad o imprevisto económico.

 

Una rehipoteca consiste en cancelar el vigente préstamo hipotecario y contratar uno nuevo para esa misma casa. También puedes revisar y modificar el plazo de amortización de la hipoteca y hasta cambiar entre los tipos fijo, variable y mixto. Al tener que formalizar un nuevo contrato, siempre podrás renegociar las condiciones con tu banco. En resumen, rehipotecar una vivienda consiste en cancelar tu hipoteca presente y contratar una nueva para tu casa.

 

En principio, cualquier hipotecado puede acceder a rehipotecar su piso o casa, pero el banco va a comprobar con lupa tu perfil solvente. Lo primero que hará será revisar el estado de tu hipoteca actual, además de comprobar tu nivel de endeudamiento, historial crediticio, etc. Por otro lado, es importante destacar los gastos que conlleva la operación y tenerlos en cuenta antes de lanzarnos. Así que, vamos a revisar esto.

 

Para empezar, como tenemos que cancelar la hipoteca que teníamos firmada, hay que tener en cuenta las comisiones por amortización anticipada. Desde la entrada en vigor en 2019 de la nueva ley hipotecaria, están fijados unos máximos para con este tipo de comisiones. De esta forma, en una hipoteca fija, el máximo que podría cobrarte tu banco bajo este concepto es del 2%, durante los 10 primeros años. Si tu contrato hipotecario se sitúa a partir del undécimo año, el máximo permitido por ley es del 1,5%. Si firmaste una hipoteca a tipo variable, estaríamos hablando de una comisión máxima del 0,25% en los tres primeros años de contrato. Entre los años cuarto y quinto, baja a un 0,15% de penalización. Después, ya no podrían cobrarnos comisión por amortización anticipada. 

 

Hay que reseñar que hablamos en todo momento de máximos fijados por ley, pero el porcentaje de penalización dependerá de varios factores. El primero, que depende de la entidad aplicar o no esta comisión y siempre de los límites establecidos por ley. Después, en el caso de las hipotecas fijas, únicamente podrían cobrarnos penalización si la amortización conlleva una pérdida económica para la entidad. Por último, siempre puedes negociar con el banco y, si cuentas con un perfil económico saludable, también jugará a tu favor.

 

Otro gasto al que tendrás que hacer frente es el del pago de la escritura de cancelación del notario. También puede que tengas que acarrear con posibles gastos de gestoría y Registro de la Propiedad (la anulación de carga)

 

Después, como vas a solicitar una nueva hipoteca, recuerda que también tiene unos gastos asociados. Por ejemplo, algunos bancos podrían cobrar comisión de apertura. Por supuesto, la vivienda ha de ser tasada nuevamente, por lo que tendrás que correr con ese gasto de tasación.

 

Pasos que seguir para pedir una rehipoteca

 

Al igual que ocurre con los gastos, buena parte de los trámites se repiten. Por un lado, los de cancelación de la nueva hipoteca y, por otro, los relativos al nuevo crédito hipotecario. Estos son los pasos que seguir para rehipotecar una vivienda.

 

- Nota simple. Tendrás que pedir la nota simple referente a la vivienda al igual que hicieras con tu primera hipoteca. Se solicita en el Registro de la Propiedad y certifica que la casa está libre de cargas y nos acredita como propietarios del inmueble.

 

- Solicitud de rehipoteca. Con la nota simple, habiendo calculado el capital que necesitamos y el objetivo de financiación, toca ir a hablar con la entidad. El banco revisará la hipoteca vigente y tus datos financieros y estudiará la viabilidad de la operación.

 

- Tasación. La entidad nos va a requerir la nueva tasación, como ya ocurriera con la primera hipoteca.

 

- Formalización ante notario. Si el banco acepta tu solicitud de rehipoteca, el último paso será la visita al notario para formalizar la rehipoteca.

 

Ya ves que la rehipoteca de una casa tiene sus ventajas e inconvenientes. La parte positiva es que es una solución para conseguir la liquidez que necesitemos. Además, nos permite reunificar deudas en un único préstamo y esto es algo que puede suponer un ahorro considerable. Aunque parte de la gestión es la misma que cuando solicitamos una hipoteca, los trámites asociados para una rehipoteca se reducen bastante. En cuanto a los inconvenientes, aparte de los gastos derivados de la operación, lo más destacable es que el préstamo nuevo será más elevado.

 

Pues así es el proceso para rehipotecar una vivienda. Te hemos contado en qué consiste, los pasos a seguir para solicitarlo y los gastos vinculados a esta gestión. Lo recomendable es que hagas números con anterioridad y lo tengas previsto. Números presentes y futuros para ver la viabilidad económica actual y las expectativas financieras para decidir si realmente te compensa o no ejecutar la operación. ¿Dudas? ¡Contacta con nosotros y te ayudamos con lo que necesites!