¿QUÉ ES EL PAGO EN ESPECIE?

Si piensas en el origen de la palabra “salario” igual te ayuda a hacerte una idea de lo que significa la retribución en especie. El pago en especie es mucho más común hoy en día de lo que podamos imaginar. Aunque es cierto que era el método habitual de pago que se utilizaba antes de la aparición de la moneda. De la práctica comercial de pagar bienes o servicios con bolsas de sal, surge el término “salario” que conocemos en la actualidad. A pesar de ser cada vez más frecuentes en grandes compañías, los pagos en especie son un método de retribución desconocido por la mayoría de los trabajadores.

Pago o retribución en especie

Los pagos en especie son una forma de pagar (la empresa) y de cobrar (el trabajador) mediante bienes o servicios ofrecidos por la empresa y que el trabajador disfruta sin coste para él o a un precio bajo respecto al de mercado. Las compañías que ofrecen el pago en especie como parte del salario, permiten elegir al trabajador entre distintas opciones. Así, algunas de las más comunes son: una vivienda, un coche, tickets-restaurante, transporte, guardería, seguros de salud, incluso acciones de la compañía. De ahí, que también reciba el nombre de retribución flexible.

Sin duda, es un modelo retributivo muy ventajoso para empresas y trabajadores. Aunque es importante destacar que el máximo permitido por ley para este tipo de retribuciones es del 30% respecto al salario bruto del trabajador. El pago debe declararse en el IRPF y deberá reflejarse en nómina, de forma desglosada, indicando el valor de cada bien o servicio percibido por el trabajador como parte de su sueldo. Así, la empresa está obligada a realizar las correspondientes retenciones del IRPF y el trabajador deberá declarar el importe relativo a ese pago en especies.

¿Qué ventajas tiene el pago en especie?

La retribución flexible aporta numerosas ventajas para la empresa. Por un lado, estará empleando bienes o activos que son de su propiedad (como un vehículo, una vivienda). Por otro, la mayoría de los servicios que ofrece le salen rentables, puesto que, a través de acuerdos comerciales y descuentos por volumen, consigue importantes reducciones al contratarlos. Además, algunos de esos gastos realizados por la empresa están exentos fiscalmente, como servicios de guardería o seguros médicos, entre otros.

Todo esto, supone una forma de retribuir a los empleados que a la empresa le resulta bastante más económica que con el sistema convencional. Y también hay que destacar el potencial de motivación que puede generar en los trabajadores, al tratarse de servicios que realmente necesita y por los que está pagando un precio reducido. Algo que, muy probablemente, se refleje en el buen rendimiento y el sentido de pertenencia del empleado; circunstancia muy beneficiosa para la empresa.

Para el trabajador, este modelo también proporciona importantes y numerosas ventajas. Lo primero, que ya hemos comentado, es que va a tener acceso a bienes y servicios a bajo precio o incluso gratuitos. Paradójicamente, estará ganando (o ahorrando) dinero, ingresando menos en su nómina mensual. Imaginemos que una guardería cuesta 400€ al mes y la empresa ofrece ese servicio a mitad de precio, por ejemplo. Por último, las ventajas fiscales no son solo para la compañía, sino también para el trabajador, al estar exentos de IRPF muchos de estos conceptos.

Beneficios fiscales del pago en especie

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, a nivel fiscal, las retribuciones en especie son rendimientos de trabajo y como tal los declararemos. La clave de todo es que algunas de estas rentas en especie están exentas de tributar, con un límite. Vamos a ver cómo tributan los pagos en especie más habituales.

Tickets-restaurante

Exención de tributar hasta 11€/día, si se utilizan tickets-restaurante, vales de comida o similares. Lógicamente, la exención respecto a este tipo de vales hace referencia a días laborales y únicamente podrán ser utilizados en establecimientos de hostelería.

Servicios de guardería

No existe límite de exención para los cheques-guardería. Siempre y cuando se respete el límite general del 30%, se aplicará la totalidad de la cuota, independientemente de cuál sea su importe.

Seguros

Los seguros que paga la empresa (para cubrir accidentes laborales, responsabilidad civil, etc.), también están exentos. Al igual que las cuotas de seguros médicos privados pagadas por la empresa para trabajadores, cónyuges y descendientes. Eso sí, en caso de no exceder un límite determinado.

Transporte colectivo

Otro de los servicios más comunes ofrecidos por muchas empresas es el del transporte colectivo de viajeros, en aras de facilitar el desplazamiento de sus trabajadores. En este caso, existe una exención de hasta 1.500€ mensuales.

Acciones de la propia empresa

Las acciones o participaciones de empresa están exentas de tributar con un límite de 12.000€. Existen tres condiciones para poder acogerse a esta exención. Que sea en las mismas condiciones para todos los trabajadores, mantener esos títulos durante tres años y que no se exceda del 5% por participación.

Formación para trabajadores

Siempre que esté justificado para el desarrollo económico y comercial de la empresa, las cantidades que esta destine para formar a sus trabajadores quedarán exentas. Quedan exentos también los gastos de empresa empleados en servicios de educación para los hijos de sus trabajadores.

En definitiva, el trabajador renuncia a cobrar más dinero en nómina, que se traducirá en un ahorro gracias al pago en especie. Siempre y cuando, claro está, los bienes y servicios ofrecidos resulten interesantes para el trabajador y sean opcionales, no impuestos por la empresa. Si te ha gustado este artículo, ¡no te pierdas los que seguiremos publicando sobre economía y finanzas!

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