monopoly

 

 

MONOPOLY

26/07/2020

 

Las instrucciones del Monopoly cuentan la leyenda de cómo Charles Darrow inventó el juego y se lo vendió a Parker Brothers en 1934, pero en realidad Darrow no fue el inventor original del juego.

 

La verdadera inventora fue Lizzie Magie, que lo creó a principios del siglo XX para demostrar a la gente cómo la posesión de activos reales es la forma de aumentar la riqueza.

 

Más de un siglo después, el juego inventado por Lizzie sigue siendo un éxito. Tanto que se podría decir que es el juego favorito de los bancos centrales.

 

Y es que el Monopoly es una buena forma de explicar la política que están siguiendo los bancos centrales y que tanta influencia está teniendo en el mercado y en nuestros ahorros e inversiones.

 

Imaginemos que estamos jugando a un Monopoly donde las calles se subastan y se las queda el que más pague por ellas. Imaginemos que el jugador que hace de banquero ve que los otros jugadores no ofrecen nada en las subastas, porque prefieren esperar a que bajen los precios de inicio de las mismas.[1]

 

El banquero, preocupado porque algo no está funcionando, decide experimentar y empieza a darnos a todos los jugadores el doble de billetes cada vez que pasamos por la casilla de salida.[2]

 

Puesto que el número de calles a comprar es el mismo, pero los billetes que nos dan son el doble, automáticamente todos nos sentiremos más ricos y empezaremos a pagar más por las calles. Al fin y al cabo, hay las mismas calles, pero hay más billetes, por lo que toca a más billetes por calle. Esto evidentemente provocaría una importante subida en el precio de las calles.

 

Supongamos ahora que uno de los jugadores decide guardar el dinero por vértigo, porque piensa que la subida de precios no tiene sentido, y otros empiezan a hacer lo mismo. Ya sabéis el dicho: “¿dónde va Vicente?, donde va la gente”.

El banquero puede decidir entonces volver a doblar lo que paga cada vez que pasas por la casilla de salida e incluso que le tengas que pagar una comisión por el dinero que tengas sin gastar[3]. Todo con tal de estimular el juego.[4]

 

En este caso no aplica la mítica frase: “cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”, porque esto está pasando “tal cual” en el mundo real, donde los bancos centrales están dando dinero gratis y la gente está usándolo para comprar acciones, bonos, casas, etc. y eso provoca que suba el precio de estos.

 

¿Qué no has visto a nadie a quien le estén regalando dinero? Vuelve a mirar. Es verdad que no hay casilla de salida en la vida real, pero cualquier persona que tenga una hipoteca está pagando mucho menos en intereses hoy que lo que habría pagado hace 10 años. Ese dinero ha decidido regalárselo el Banco Central Europeo (BCE).

 

Este experimento estilo Monopoly que están haciendo los bancos centrales lleva en marcha ya unos 10 años y nadie sabe realmente como puede terminar, ni siquiera ellos. Porque claro, el problema puede venir cuando la cantidad de dinero que te regalan empieza a disminuir.

 

Parafraseando a Charlie Munger, el socio de Warren Buffett: “Si lo que están haciendo los bancos centrales y lo que está pasando en la economía no te tiene confuso, es que no lo has pensado suficiente”.

 

Pero bueno, lo hayamos pensado o no, la conclusión es la misma: nosotros lo que tenemos que hacer es mantener nuestro excelente método de ahorro e invertir dicho ahorro en los mercados conforme lo vayamos generando.

 

Algunas veces obtendremos buenos precios y otras malos, pero en agregado estaremos mejor que si nos hubiésemos quedado en liquidez, y sin comprar propiedades, cuando a nuestro colega se le ocurrió doblar lo que pagaba al pasar por la casilla de salida en el Monopoly.

 

 

[1] Esto provocaría una recesión en la economía real

[2] Tal y como pone en las propias instrucciones de Monopoly:

“El Banco no “se arruina” nunca. Si se queda sin dinero puede emitir toda la moneda propia que necesite, con sólo escribirla sobre cualquier papel corriente.”

Lo más curioso es que esto prácticamente podría ponerlo igual en las instrucciones de los bancos centrales reales

[3] De hecho, esto está pasando en la economía real. El Banco Central Europeo (BCE) está cobrando a los bancos 0,4% por el dinero que tienen depositado sin usar. Los bancos a su vez se lo están cobrando a algunos de sus clientes, principalmente a los fondos de inversión.

[4] Su última medida si eso no funciona sería directamente empezar a comprar calles él mismo, como hacen los bancos centrales con la compra de bonos y, en el caso de Japón, acciones.

 

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