diversificar

 

 

NO SABEMOS LO QUE PUEDE PASAR, POR ESO TENEMOS QUE DIVERSIFICAR

27/09/2022

 

Para terminar primero, primero hay que terminar. Por eso, hoy no vamos a ver cómo terminar primeros, sino cómo podemos asegurarnos de que conseguimos terminar. Al fin y al cabo, eso debería ser lo más importante.

 

Una de las temáticas que más repetimos en Invertips, es que nadie sabe lo que va a pasar en el futuro. Otra, es que el ingenio humano va a hacer que en el largo plazo la economía crezca y ganemos dinero invirtiendo en bolsa[1]. La unión de ambas nos lleva a preguntarnos:

 

¿Cómo conseguimos sobrevivir a los problemas impredecibles que van surgiendo en el corto plazo, para obtener las ganancias que nos esperan en el largo plazo? [2]?

 

Preparándonos, y la forma de hacerlo es diversificar comprando activos que son distintos.

 

Diversificar no es comprar acciones del Santander y del BBVA, porque al ser empresas parecidas, lo normal es que los problemas gordos e impredecibles les afecten a las dos de forma similar. Si tu suegro está haciendo justo esto, igual su cumpleaños no es el mejor momento para comentarle su error.

 

Diversificar es comprar acciones de Inditex y de Microsoft, porque son de sectores y países distintos y, por lo tanto, están sometidas a dinámicas y regulaciones distintas. Diversificar es comprar un fondo de inversión[3] de bolsa global con decenas de acciones de distintos sectores y países.

 

Diversificar no es comprar un piso en Madrid para alquilar y luego comprar otro en el mismo barrio, como hace mucha gente. Diversificar es comprar un piso en Madrid y otro en Hong Kong.

 

Mejor aún, diversificar es comprar un piso en Madrid y un fondo de bolsa global, porque en ese caso todo es distinto, hasta el tipo de activo.

 

Hay aspectos de nuestra vida en donde no es posible diversificar. Por ejemplo, no está bien visto tener dos parejas a la vez por si una te sale mal. Tampoco podemos hacer un día un deporte de riesgo y al día siguiente ver la tele y confiar en que el resultado sea igual de seguro que si hubiéramos montado en bici los dos días. Si nos estampamos contra una roca haciendo caída libre, no habrá tele al día siguiente, “game over”.

 

En inversión sí podemos permitirnos los fallos si diversificamos, porque el fallo en una inversión no afecta al resto, no nos mata. Si hay una guerra en Hong Kong, perderemos el piso de allí, pero eso no tendrá mucho efecto en nuestro piso de Madrid[4].

 

Si diversificamos, una cosa importante que hay que tener en cuenta es que tenemos que ver nuestras inversiones como parte de un todo. Lo que no podemos hacer es enfocarnos en el piso de Hong Kong y pensar que fue un error comprarlo. La razón es que en su momento no sabíamos lo que iba a pasar y es posible que, en un multiverso paralelo estilo Marvel, la guerra hubiera sido en España en vez de en Hong Kong.

 

El problema es que siempre vamos a poder mirar a lo que mejor lo ha hecho de entre todas nuestras inversiones y decir: “si hubiera metido todo aquí…”. Pero estas voces ventajistas, que no sabemos si salen de nuestra cabeza o vienen de nuestro cuñado, nos engañan.

 

El objetivo de la diversificación no es maximizar la ganancia, sino maximizar las probabilidades de sobrevivir en casi cualquier escenario. Como decía uno de los fundadores de Intel: “Solo los paranoicos sobreviven”.

 

¿Podemos aplicar la diversificación a otros aspectos del proceso de inversión?

 

Sí. Por ejemplo, puesto que el gobierno aplica una fiscalidad distinta a ciertos tipos de activos, la diversificación por activos[5] nos protege frente a los cambios que haga el gobierno en los impuestos. Esto está bien, porque nunca sabemos lo que los políticos pueden sacarse de la manga.

 

Además, la inversión a lo largo del tiempo mediante compras mensuales, nos permite diversificar nuestros puntos de entrada y asegurarnos de que no invertimos en el peor momento.

 

En resumen, diversificando[6], igual no tenemos la mayor rentabilidad posible, pero reducimos los escenarios en los que salimos mal parados y eso debería ser lo más importante.

 

[1] Esto lo vamos a explorar en más detalle en los próximos artículos.

[2] Esta pregunta es distinta de la que hicimos en el pasado sobre cómo aguantar las caídas. Esta no va de aguantar emocionalmente, sino de evitar la quiebra.

[3] O un ETF.

[4] El riesgo aquí es aditivo. Cuando sumas un cero, no pasa nada. En nuestra salud, un día está conectado con el siguiente y el riesgo es multiplicativo. Cuando multiplicas por cero, todo es cero.

[5] O vehículos de inversión (fondo de inversión, plan de pensiones, inversión directa, inmobiliario, distintas jurisdicciones, etc.).

[6] En el proceso de ahorro también podemos diversificar. Si tenemos pareja, y los dos trabajamos, nuestra capacidad conjunta de generar ahorros también estará más diversificada, porque tendremos dos sueldos distintos. Aunque si trabaja en la misma empresa o sector que nosotros, el beneficio no será alto.

 

 

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