¿CÓMO SABER QUÉ INVERSIONES INMOBILIARIAS SON RENTABLES?

Ya ha pasado más de un año desde que sufriéramos la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. Desde entonces, las inversiones y otras operaciones del sector inmobiliario se han reducido considerablemente. Esto hace que muchos inversores se pregunten si es buen momento para invertir en el mercado del ladrillo. Lo cierto es que la vivienda es un activo que puede conllevar determinadas complicaciones de liquidez en momentos delicados del mercado inmobiliario. Pero el precio de las propiedades está ahora mismo con tendencia al alza y los tipos de interés están bajo mínimos. En este artículo, intentaremos ayudarte a identificar qué inversiones inmobiliarias son rentables. ¡Empezamos!

Cómo identificar inversiones inmobiliarias rentables

Para empezar, te diremos que el inversor inmobiliario no vive únicamente de la vivienda. Existen otro tipo de activos del sector que también pueden proporcionar interesantes ingresos, como garajes, oficinas, locales comerciales, suelo industrial, etc. Son algunos de los tipos de inmuebles capaces de ofrecer rendimientos atractivos, aunque eso sí, la ubicación determina la rentabilidad. Si bien es cierto que muchos municipios (sobre todo, costeros) españoles gozan de gran potencial inversor, son las grandes ciudades las que resultan más rentables.

Rentabilidad de la vivienda

La vivienda sigue estando considerada como uno de los activos más rentables a día de hoy y más populares para invertir. Tanto es así, que en el sector financiero a la vivienda se le ha otorgado el término de activo refugio. Más aun, teniendo en cuenta que España es un país de tradición de comprar y tener casa en propiedad, más que en alquiler. De hecho, su rentabilidad es muy superior al que puedan ofrecer otros productos financieros de inversión.

Es importante destacar que la ubicación del inmueble en el que invirtamos va a influir mucho en los beneficios que podamos llegar a obtener. Así, las capitales y grandes ciudades, junto con muchas poblaciones de la costa, son las plazas más rentables. No es que tener una vivienda en Madrid o Barcelona, con el metro cuadrado por las nubes, se traduzca en una alta rentabilidad. La recuperación del capital invertido, en muchos casos, puede demandar bastantes años. Sin embargo, otras ciudades no tan grandes sí son sinónimo de una rápida recuperación de la inversión, ofreciendo además muy buenas rentabilidades. Algunos ejemplos serían Algeciras y San Fernando, en Cádiz, Tortosa (Tarragona), Cartagena (Murcia), Tenerife, Lérida…

Recuperación de la inversión

Si nos inclinamos por alquilar la vivienda, la rentabilidad bruta es alta. Por el contrario, si decidimos vender esa misma vivienda, la rentabilidad se dispara al añadir la revalorización de su precio (plusvalía). Si queremos conocer el valor de un inmueble, necesitamos saber cuál es su rentabilidad bruta por alquiler. Y para ello, deberemos coger el importe obtenido en un año por la vivienda en concepto de alquiler y dividirlo entre su precio de venta. Por otro lado, si lo que queremos es cuántos años se tardaría en pagar una propiedad a través del alquiler, hay que dividir el precio de venta entre el precio de alquiler.

Dicho esto, el inversor debe analizar en profundidad el tiempo en el que recuperará la inversión y contemplar posibilidades, positivas o negativas, que puedan darse. Puede darse el caso de que ese activo se devalúe o, por el contrario, que con el tiempo incremente su valor.

Inversiones inmobiliarias rentables: las oficinas

Un buen ejemplo de inversiones inmobiliarias rentables, son las oficinas. Concretamente, si hablamos de la rentabilidad bruta de la compra de oficinas para después alquilar. Los beneficios son superiores a los obtenidos por otras inversiones inmobiliarias más convencionales, como locales o viviendas. Las rentabilidades más altas vienen dándose en los últimos años en ciudades como Sevilla, Zaragoza y Málaga, por delante de Madrid y Barcelona.

Inversiones inmobiliarias rentables. ¿En qué fijarse antes de invertir?

Lo primero que debes tener claro es por qué quieres invertir en el sector inmobiliario. El motivo por el que lo haces va a determinar el tipo de inversión que vas a realizar. Además, condicionará el tipo de préstamo que solicites o la fiscalidad inherente a ese producto financiero. Existen muchas razones por las que uno se decida a apostar por las inversiones inmobiliarias rentables. Puede ser que quieras generar ingresos pasivos (alquiler), diversificar patrimonio, obtener beneficios rápidos, reducir carga fiscal, etc.

En segundo lugar, el inversor debe plantearse el tiempo que le va a dedicar a la inversión. No es una ciencia cierta, pero habitualmente un producto muy activo, conlleva más tiempo dedicado y mayores beneficios. Piensa en el tiempo libre que tienes, si vas a poder estar al tanto de todo o si delegas la gestión.

Es importante gozar de una buena salud financiera antes de invertir. Contar con los ingresos que tenemos, los gastos, imprevistos, patrimonio, etc. y que tengamos una situación económica estable. De esta forma, te será mucho más fácil la concesión de un crédito. Pero, en caso de no necesitar préstamos, también es vital contar con una cierta seguridad financiera. Ya que entonces, significa que emplearías tus ahorros y pueden peligrar si surgen complicaciones y hayas invertido todo lo que tenías ahorrado.

Además, debes ser realista respecto a cuál es el importe máximo que puedes invertir. Partiendo de la base de que lo normal es que tengas que pedir un préstamo, y sabiendo que el banco no financiará más del 70-80% del valor del bien. Por tanto, el resto tendrías que aportarlo tú mismo de los ahorros de los que dispongas.

al dia con evo