LOS MAYORES TIPOS DE INTERÉS EN MÁS DE 20 AÑOS

08/09/2023

 

Tanto la Fed como el BCE subieron tipos de interés de nuevo a finales de julio y lanzaron el mensaje de que no descartan más subidas, que lo irán viendo mes a mes según los datos de inflación y empleo.

Con esta subida, los tipos de interés en EE.UU. están en su mayor nivel desde hace más de 20 años y, si nos fiamos de lo que dijo el presidente de la Fed en Jackson Hole a finales de agosto, van a permanecer en este nivel durante un tiempo.

 

¿Qué impacto están teniendo las subidas de tipos de interés en la economía?

 

Pues mucho menor del esperado, porque muchas empresas y particulares habían cerrado su financiación a tipos fijos bajos.

Por ejemplo, un particular que consiguiera una hipoteca a tipos fijos muy bajos en 2021 está hoy incluso mejor que antes de las subidas de tipos, porque paga lo mismo por la hipoteca, pero ahora puede obtener dinero invirtiendo su liquidez en depósitos o bonos de gobierno a corto plazo. Lo mismo les ocurre a las empresas.

Dado que en algún momento se devolverán los préstamos de tipo fijo y se pedirán nuevos préstamos, lo que pase finalmente dependerá de la evolución de los tipos de interés.

Si los tipos de interés se mantienen en estos niveles mucho tiempo, el interés que pagan los deudores subirá y el efecto acabará siendo negativo, pero mucho más tarde de lo que querían los bancos centrales.

Si los tipos de interés vuelven a bajar, los deudores que pagaban un tipo fijo bajo volverán a pagar un tipo bajo y habrán recibido un interés superior por su liquidez por el camino. El efecto que los bancos centrales pretendían que fuera negativo, habrá sido positivo.

 

¿Qué impacto están teniendo las subidas de tipos de interés en nuestras inversiones?

 

Depende de las inversiones que tuviéramos.

Si teníamos el dinero en bolsa, el efecto actualmente no parece muy relevante, dado que el índice global de bolsa contando dividendos[1] está a un 5% de los máximos de 2021.

Si teníamos el dinero en bonos, el efecto es considerablemente más marcado, dado que el índice global de bonos[2] está a un 20% de los máximos de 2021.

El efecto en los bonos no debería sorprendernos. Las empresas que pidieron prestado a tipos de interés fijos están encantadas, pero los que les prestaron dinero a esos tipos fijos no están tan contentos y eso es lo que representa el citado índice.

El efecto en la bolsa es un poco más sorprendente, no tanto por el efecto que puedan tener las subidas de tipos en las empresas, que ya hemos visto que no está siendo negativo a corto plazo, como por el coste de oportunidad.

El coste de oportunidad es lo que viene determinado por nuestra mejor alternativa y hace 2 años la alternativa a la bolsa era obtener rentabilidades negativas en bonos de gobierno. La alternativa hoy es obtener rentabilidades cercanas al 4%.

No está claro si el 4% es una rentabilidad atractiva y va a compensar a la inflación, pero lo que sí está claro es que es mejor que el 0% y eso hace que ahora sea más competencia frente a la bolsa que antes.

Esto no quiere decir que tengamos que cambiar nuestra asignación de activos, eso tendremos que evaluarlo cada uno por nuestra cuenta. Lo que sí que deberíamos hacer es considerar lo que dijimos hace 5 años en el artículo de la “parábola taoísta del granjero y su hijo” en el que explicamos el rebalanceo:

“nosotros deberíamos aspirar a ser como el granjero, capaces de mantener la calma ante los vaivenes del mercado y saber que, aunque cada hueso de nuestro cuerpo nos pida comprar más bolsa cuando esta está en máximos, quizás lo mejor sea rebalancear la cartera y comprar los bonos que tan poco dinero nos han dado en comparación.”

Como todos los principios fundamentales de la inversión, esa frase sobre el rebalanceo[3] sigue siendo tan cierta hoy como la última vez que los tipos de interés de EE. UU. estuvieron a estos niveles hace más de 20 años.

 

 

[1] MSCI World NR USD.

[2] Bloomberg Barclays Global Aggregate TR USD.

[3] El rebalanceo es un proceso mediante el cual hacemos que la cartera vuelva a tener los pesos originales. Por ejemplo, si tenemos el 50% en fondos de renta variable y el 50% en fondos de renta fija y la bolsa sube un 20% y los bonos nada, los pesos pasarían a ser aproximadamente 55% en bolsa y 45% en bonos, por lo que el rebalanceo cogería el 5% extra de la bolsa y lo metería en los bonos. Es decir, el rebalanceo siempre vende lo que ha subido mucho para comprar lo que ha bajado, evitando así los excesos.

 

 

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