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¿QUÉ INTERÉS TIENEN LAS HIPOTECAS VARIABLES?

 

Elegir entre las distintas modalidades hipotecarias que ofrece el mercado depende de tu perfil financiero, la situación económica actual y tu capacidad de ahorro. Uno de los principales aspectos a tener en cuenta antes de elegir la modalidad de hipoteca, es el tipo de interés. Si optas por el tipo variable, tendrás que saber cómo se calcula el interés de las hipotecas variables. En este caso, los intereses se calculan en base a dos elementos o, mejor dicho, sumando ambos. El índice de referencia, que en la inmensa mayoría de los casos es el euríbor y un diferencial establecido por cada entidad bancaria. Eso lo hablaremos más adelante. Además, te vamos a explicar cómo calcular el interés en hipotecas variables y algunas claves para elegir el crédito hipotecario que mejor se adapte a ti.

Cómo se calcula el tipo de interés en las hipotecas variables


Una hipoteca variable te conviene, entre otras cosas, si tienes claro que en un futuro podrás amortizar de manera anticipada. Esta modalidad depende del referencial hipotecario y, por supuesto, del diferencial aplicado por el banco. Al estar vinculado directamente al euríbor, actualmente en tendencia alcista, conlleva cierto riesgo. Pero también tiene ciertas ventajas respecto a otras modalidades de hipoteca. El plazo de un crédito hipotecario es muy extenso, habitualmente 30 años. Y claro, también puede ocurrir que el índice de referencia disminuya su valor, lo que evidentemente nos favorecería. Otro aspecto positivo es que los intereses suelen ser más reducidos que en una hipoteca fija. También es importante tener en cuenta las comisiones, algo que puede encarecer bastante tu hipoteca.

¿Más aspectos positivos? Pues, otro punto fuerte en caso de decantarnos por una hipoteca variable es respecto al plazo de devolución. En estas hipotecas el plazo de amortización es más largo, es decir, el tiempo que tardaremos en liquidar la totalidad del préstamo hipotecario es más amplio. Esto significa que podremos pagar el préstamo de forma más desahogada. Aunque, por el contrario, también conlleva pagar más tiempo en concepto de intereses. Por último, cabe destacar que, con el tipo variable, en caso de pagar un tipo fijo, este se ejecuta durante un corto periodo inicial. Este, suele ser de uno o dos años en el que pagaremos un interés fijo para pasar después a un interés vinculado al euríbor.

Entonces, ¿cómo se calculan los intereses de una hipoteca variable? El interés depende del valor del índice referencial que, en el caso de nuestro país, es el euríbor. Después, para su cálculo, las entidades bancarias suman un diferencial al valor del euríbor. Por ejemplo, euríbor +0,90% o euríbor +1%. Recordemos que ese porcentaje extra que es el diferencial, lo aplica cada banco.

Antes de firmar una hipoteca variable, hay que tener presente que, al ser de tipo variable, el contrato que firmemos con el banco puede ser revisable cada 6 o cada 12 meses, lo que acordemos. Cada vez que toque revisión sabemos que nuestra cuota va a variar y que se produce una revisión de los intereses de la hipoteca. Lógicamente, esto es algo muy importante para conocer cuánto variará nuestra cuota según suba o baje el referencial.

Consejos para elegir tu hipoteca

¿Ya tienes claro que tu opción es una hipoteca de tipo variable? ¡Perfecto! Pero, independientemente del tipo de hipoteca que escojas, existen diversos factores que resultan esenciales antes de firmar. Solo así te asegurarás de elegir la que más se ajuste a tus necesidades actuales y futuras. ¡Te dejamos algunas ideas!

Compara ofertas

 

Puede que este primer consejo parezca evidente, pero muchas veces nos quedamos con la primera oferta que nos parece buena. Hay quien confía firmemente en su banco de toda la vida, donde tiene todo domiciliado y no mira más. Otras veces, son los familiares o amigos que nos recomiendan una hipoteca concreta y allá que vamos directos. Y puede que para quien te lo recomiende sean las condiciones perfectas, pero no tiene por qué serlo para ti. Haz un estudio comparativo entre las distintas entidades financieras y cotéjalo según tus necesidades, tu situación económica, tu estabilidad laboral, tu capacidad de ahorro…

Negocia con tu banco

 

Una hipoteca es, no nos olvidemos, un préstamo. Por supuesto, es algo muy serio y puede parecer que todas sus condiciones están estipuladas, pero siempre podemos negociar. De hecho, sí, cada banco cuenta con su propia oferta, pero hay mucha competencia y las condiciones varían de una a otra entidad. Así que, no tengas reparo en pactar las condiciones con tu banco, porque podéis llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes. Claro está, vas a tener mayor poder de negociación si gozas de buena salud financiera, tienes buen historial crediticio, no tienes otros préstamos pendientes, etc.

Fíjate en la TAE

 

Siempre presta atención a la Tasa Anual Equivalente (TAE), porque incluye comisiones y otros gastos inherentes al contrato hipotecario. El TIN o Tipo de Interés Nominal, expresa los intereses que fija la entidad por prestarnos el capital necesario para comprar la casa.

Otros gastos hipotecarios

 

Desde junio de 2019, la mayoría de gastos corren por cuenta de las entidades financieras. Pero, no debemos olvidar algunas partidas o gastos adicionales a la propia financiación, los cuales tendremos que afrontar. Muchas veces pasamos por alto una cantidad nada desdeñable, la resultante del IVA. Esto, por poner un ejemplo, pero no dejes de informarte respecto a las comisiones aplicadas por tu banco. También están los costes de tasación, nota simple y copia de escritura.

Importantísimo… tu capacidad de ahorro

 

Por lo general, un banco no va a financiar más del 80% del valor de la vivienda. Así que, debes contemplar que afrontarás el 20% restante y, un consejillo más, súmale un 10% para gastos extra comentados anteriormente e imprevistos. A parte de contar con esos ahorros, ten muy presente ir ahorrando durante el periodo inicial a tipo fijo para aliviar tu economía más adelante.

El BCE recomienda hipotecas que no superen el 30% de nuestros ingresos

 

Es vital seguir esta recomendación si no queremos estar asfixiados económicamente durante los años que dure nuestro contrato hipotecario. Una hipoteca fuerte sumada a los gastos básicos podría suponer una cantidad mensual a pagar difícilmente asumible.

Ya sabes cómo se calcula el interés en hipotecas variables. Si estás en plena búsqueda de casa y necesitas financiación, ¡consulta la oferta en hipotecas de EVO Banco adaptada para todo tipo de perfiles!

 

 

¡SIMULA YA TU HIPOTECA INTELIGENTE!