¿POR QUÉ ESPERA EL MERCADO MENOS BAJADAS DE TIPOS AHORA?

12/03/2024

 

La economía estadounidense sigue mostrándose fuerte, haciendo que la inflación no baje tanto como le gustaría a la Fed y que las expectativas de bajadas de tipos en EE. UU. en 2024 pasen del más de 1,5 % que esperaban los mercados financieros a finales de 2023, al 0,75 % que esperan a finales de febrero.

 

¿Por qué espera el mercado menos bajadas de tipos ahora?

 

Aunque los bancos centrales no han realizado ningún movimiento en lo que llevamos de año, los citados cambios de expectativas tienen un efecto en el precio de los bonos similar a una subida de tipos.

Como vimos en nuestro último “¿Sabías qué…?”, cuando la rentabilidad que le exige el mercado a un bono sube, su precio baja; y baja más cuanto más duración tiene. Por eso el precio de los bonos de largo plazo ha bajado más, porque tienen duraciones más altas.

 

¿Por qué ha subido la bolsa en lo que llevamos de 2024?

 

Basándonos en los últimos 6 meses de 2023, lo normal es que esperáramos que estos cambios de expectativas en los tipos provocaran una caída en la bolsa. No obstante, la bolsa no solo no ha caído, sino que ha alcanzado nuevos máximos a nivel mundial.

Esto es perfectamente posible porque, aunque tanto el valor de un bono como el de una acción depende del dinero que nos van a pagar a lo largo de su vida y del tipo de interés al que descontamos ese dinero, la relación entre el valor de los bonos y los tipos es mucho más directa que en el caso de la bolsa.

La razón es que los pagos que recibimos de un bono están fijados desde su emisión, por lo que lo que más influye en su precio son los cambios de tipos[1]. Por el contrario, los pagos que recibimos de una acción pueden cambiar mucho más de lo que lo hace la tasa de descuento.

Así, si los tipos suben mucho, los bonos van a caer casi seguro, pero la bolsa puede incluso subir si los mercados financieros esperan que el crecimiento de los beneficios suba más todavía.

Esta es una de las posibles razones que explicaría que el S&P 500 haya sobrepasado el nivel de 5.000 puntos en febrero y que el Nikkei 225 haya alcanzado un nuevo máximo histórico después de más de 34 años sin hacerlo.

Alcanzar un nuevo máximo puede parecer algo especial, pero no lo es. La economía crece con el paso del tiempo y las empresas crean valor, por lo que alcanzar nuevos máximos debería ser lo normal, y lo es.

Lo raro no es eso, lo raro es tardar 34 años en alcanzar un nuevo máximo como ha pasado en Japón. 34 años son muchos años incluso para Invertips, lo que pasa es que la burbuja que vivieron en Japón en los años 1980 fue tan grande que han tardado más de tres décadas en digerirla.

Hay quien dice que China, donde acaban de ordenar la liquidación de la inmobiliaria Evergrande, va a sufrir el mismo destino que sufrió Japón, pero lo cierto es que nadie sabe lo que va a pasar, ni siquiera Xi Jinping.

Lo que sí sabemos es que el ejemplo de Japón demuestra lo importante que es la diversificación geográfica. Cualquiera que estuviera invertido en bolsa a nivel global ha tenido exposición a Japón y ha sufrido durante décadas por el mal comportamiento de la bolsa japonesa, pero eso no le ha impedido tener una muy buena rentabilidad gracias al comportamiento de otras regiones. Los que solo tuvieran inversiones en la bolsa japonesa no han tenido tanta suerte.

 

 

 

[1] Asumiendo que no hay cambios en las expectativas de impago.

 

 

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